ACEDIM y la Dirección General de Consumo de la Comunidad de Madrid han sentado las bases para una colaboración entre ambos organismos con el objeto de controlar el aumento de centros físicos y digitales de enseñanza de idiomas, y plataformas web de clases particulares, que están surgiendo en la región al margen de todo tipo de regulación y legalidad, y la vulnerabilidad a los que están sometidos los consumidores.
Este es uno de los principales resultados de la reunión que mantuvieron el 22 de febrero María José Artero, presidenta de ACEDIM; Miguel Tajuelo, vocal; y Pilar Mesa, directora del departamento Jurídico de ACADE, con la subdirectora general de Orientación al Consumidor y Coordinación de la Comunidad de Madrid, Alicia Sanz; la secretaria general del Instituto Regional de Arbitraje de Consumo (IRAC), Cristina Delgado; y el secretario de la Junta Arbitral Regional, Rodolfo Gómez.
En el encuentro, la Administración acordó abrir un canal para denunciar estas situaciones de ilegalidad en el sector, lo que le permitirá seguir de forma individualizada cada caso y actuar de forma más ágil y efectiva, además de obtener datos sobre el crecimiento constante de estas irregularidades en la comunidad.
Entre los compromisos adquirido por ACEDIM para mejorar la situación de los centros privados de enseñanza de idiomas, se encuentra la adhesión al Sistema Arbitral de Consumo, para lo que firmará un convenio con la Administración lo que permitirá que representantes de la Asociación actúen como árbitros en materias relacionadas con el sector. A este sistema de arbitraje también pueden adherirse de forma individual los centros asociados. Además redactará un código de buenas prácticas que, una vez aprobado por la Administración, dará derecho a utilizar un distintivo propio.
El creciente número de actividades irregulares asociadas a la enseñanza de idiomas en la comunidad de Madrid está llevando a grave deterioro del sector privado de estas enseñanzas y el aumento del fraude hacia el consumidor. Mª José Artero subraya que “desde hace unos años, han proliferado multitud de empresas que carecen de experiencia en el sector, sin titulación del profesorado, que no ofrecen garantías al alumno y que no cumplen con las obligaciones laborales, de protección de datos personales, de vigilancia de la salud, certificaciones que no tienen delitos sexuales y un largo etcétera de obligaciones, que sí cumplen nuestros asociados. Además, en muchos casos ofrecen una información engañosa a los consumidores, prometiendo resultados imposibles y sin ninguna garantía de calidad”, subraya Artero.
Para ACEDIM es fundamental atajar a esta situación ya que está poniendo en peligro la supervivencia del sector y «garantizar unos parámetros de calidad mínimos en la enseñanza de idiomas es fundamental identificar ciertas conductas fraudulentas nada profesionales y demasiado frecuentes hoy en día”. Así lo recalca ACEDIM en el folleto informativo que ha editado y que recoge recomendaciones para elegir un centro profesional de enseñanza de idiomas. Con ello, pretende asesorar a los alumnos, evitando que caigan en mensajes y publicidad.