El presidente de ACEDIM, Miguel Tajuelo, junto con el presidente de ACADE, Juan Santiago; el vicepresidente segundo y presidente de la sectorial de Educación Infantil, Ignacio Grimá; y la secretaria general, Charo Vega; mantuvieron el 16 de enero una reunión en la Comunidad de Madrid con Manuel Llamas, viceconsejero de Economía; Juan Manuel López Zafra, director general de Economía; y Marta Nieto, directora general de Comercio y Consumo.
Los representantes de ACADE y ACEDIM solicitaron el incremento de la deducción fiscal por gastos de escolaridad y de enseñanza de idiomas prevista en el tramo autonómico del IRPF, en los siguientes términos:
- Incremento en el porcentaje de deducción aplicable por gastos de:
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- Enseñanza de idiomas a alumnos que estén cursando algún estudio oficial del Sistema Educativo: del 10% actual al 20%, ampliándose a toda la población (universalización de la medida).
- Escolaridad: incremento del 15% actual al 25%.
- Vestuario escolar: del 5% actual al 15%.
- El límite máximo de la deducción: incremento desde los 900 y 1.000 euros actuales hasta 1.500 euros, en concepto de escolaridad y enseñanza de idiomas.
- El límite de renta familiar: incremento desde los actuales 30.000 euros por miembro familiar, hasta un importe de 50.000 euros.
En el encuentro ACEDIM y ACADE trasladaron a la Consejería “la enorme preocupación e incertidumbre generada por la grave situación que está atravesando la enseñanza privada de idiomas en la comunidad de Madrid”.
Desde hace años el sector afronta una transformación tecnológica, acelerada en los últimos tres por la pandemia, que ha propiciado la entrada de dos nuevos actores a través de la enseñanza online: las plataformas de servicio entre particulares, que ya alcanzan el 45% de la actividad, y las plataformas internacionales -que desde China, Corea o Filipinas prestan su servicio desde 7 euros la hora, cuando los costes salariales para los centros legalmente establecidos en España parten de 17 euros la hora-.
Un contexto perjudicial que está poniendo en peligro de cierre a un gran numero de academias de idiomas autorizadas, y puede empujarlas a reubicarse fuera de la comunidad de Madrid, o incluso salir de España, lo que conllevaría la desaparición de su actividad económica, de puestos de trabajo, de recaudación en impuestos…
Para paliar esta situación ACADE y ACEDIM presentaron a la Consejería de Economía “como mejor opción” incentivar al consumidor para que solicite factura a los centros en el pago del servicio educativo a través de la universalización de la deducción fiscal en el IRPF del 20% de los gastos en enseñanza de idiomas.